Período del 01 al 26 de Septiembre: Lectura del libro "En el nombre del Pueblo, del Estado y de la Ciencia, Historia Social de la salud Pública" de María Angélica Illanes.

"En 1993 se publica el libro de María Angélica Illanes “En el nombre del pueblo, del Estado y de la ciencia, (…): Historia Social de la Salud Pública, Chile 1880-1973". En este texto, que tal vez marca un antes y un después en el tratamiento historiográfico profesional del tema, un rasgo importante asoma desde su portada: historial social de la salud pública. Ahora bien, ¿qué es esto de ‘historia social’?, ¿qué importancia tiene para el trabajo en el área?, ¿por qué estamos enfatizando tanto el punto? Con ese subtítulo María Angélica Illanes enuncia el enfoque o el carácter que tendrán sus estudios y su importancia deriva de la magnitud y lo significativo que puede contener todo lo que hoy rescate y presente nuevamente esa historia. 

Diego Armús, un reconocido y prolífico historiador de la temática en América Latina, en un editorial de la revista Salud Colectiva ha propuesto como necesarios a la realización de una historia de ese tipo “…una ambiciosa mirada signada por la contextualización, el diálogo interdisciplinario y un deliberado empeño dirigido a aprehender la totalidad de la experiencia humana”.Los tres elementos asociados son una excelente receta para que sea fructífero el trabajo de los historiadores empeñados en este oficio.

 Contextualizar es la gestión más importante; ha sido destacada en muchas ocasiones y no parece ofrecer problemas. Los contextos indudablemente varían en el espacio y el tiempo y con ellos muda todo: significados primordialmente, pero también relevancia… Descontextualizados, todo puede significar cualquier cosa; la locura y la imaginación mandan. Pero la contextualización no basta: hay que recuperar sentidos. El diálogo ‘interdisciplinario’ también es imprescindible: dentro de las fronteras disciplinares el conocimiento se basta y se agota a sí mismo; solo quien transita de un campo a otro, o mejor quien desde la frontera se asoma y rescata elementos de uno y de otro lado, puede producir un mayor conocimiento: más complejo, más diverso, más cercano a la totalidad. Y vamos a ese punto: el deliberado empeño por aprehender la totalidad de la experiencia humana es algo más complejo, pero su significación no puede ser ignorada. La totalidad es elusiva pero fundamental y se relaciona con la comprensión que tenemos acerca del mundo. Nos movemos en el mundo y actuamos en él, comprendiendo infinitamente más de lo que conscientemente podemos formular. Tenemos una comprensión de casi todo, más allá de lo que podemos expresar usando el lenguaje de que disponemos"

Texto extraído de Gaete, J (2017) TEMAS DE ACTUALIDAD Rev Chil Salud Pública 2017; Vol 21 (1): 81-84

Entérese del perfil de María Angélica Illanes Oliva

Para la Lectura de período, baje el libro "En el nombre del pueblo, del Estado y de la ciencia, (…): Historia Social de la Salud Pública, Chile 1880-1973"





Comentarios

  1. Me gusta mucho este libro de la profesora Illanes. Me parece que nos entrega excelentes herramientas para analizar la historia de la salud en Chile (p. ej. la salud pública como “materialización del cuerpo colectivo, campo del cuidado social sobre los cuerpos” (p. 16) o la de Estado como un campo/espacio de coexistencia/conflicto de proyectos políticos y/o clases sociales con fines estrátegicos), y la relación de los distintos actores con las grandes ideas de la modernidad (como la definición de salud que tendría base en la justicia, lo cual marcaría el movimiento popular y del Estado, o la Ciencia como discurso de poder usado por lo que ella llama la Intelligentsia Médica).

    Es sorprendente como la historia de Chile, en torno problemáticas como la salud o los “derechos sociales”, es particularmente repetitiva y cíclica, con algunas excepciones y rupturas que estarán casi siempre marcadas por el uso de la fuerza, las armas y la revuelta social. Por ejemplo, el manejo de los problemas de salud pública por medio de la caridad en lugar del establecimiento de un marco de derechos a nivel legal o estatal (el clásico ejemplo de la Teletón o el Chile Ayuda a Chile), o la oposición de cierto grupo, con lo que podría llamarse “intereses de clase” e incluso con apellidos que se repiten hasta el día de hoy, a la institución de beneficios estatales y su realización.
    Me quedo con la imagen de los estudiantes del estamento médico como testigo e intermediario o portavoz del “pueblo” frente a las instancias de poder, legitimado de estar en estas instancias por el poder de la Ciencia, y presa de una cierta impotencia a raíz de este conocimiento científico de la influencia de las determinantes sociales en el destino de la salud y el bienestar de la población (o la raza) sin poder incidir institucionalmente, en palabras de Illanes y Claudio (p. 269) “-Podríamos tal vez pensar en algo que entonces ellos mismos no supieron: que su rol era el de crear conciencia –Esa conciencia incapaz de saberse ella misma sujeto de relación activa y presente… se envolvió de investigación y de técnica, llamada a jugar el rol de mediadora de la realidad entre paréntesis”, esto por lo menos hasta mediados de la década del 30’ con el surgimiento del Frente Popular, instancia de organización popular en torno a un proyecto socialista-revolucionario, como reacción a la fallida reforma del 25’.

    En la perspectiva de la Medicina Comunitaria, esta lectura me confirma que uno de los aspectos claves de lo que he aprendido sobre esta perspectiva de la Medicina en el curso, sería la relación simétrica con bases sociales organizadas y empoderadas, para un manejo y prevención integral de los problemas de salud, un poco según el modelo de Medicina Preventiva de Caplan. Creo que este factor se traduce históricamente con el paso de la Intelligentsia Médica chilena a una relación de “portavoz” de una “masa” inorgánica y difusa (como eran con todo lo respetable que pudieran tener, las SOSM), rol que se traducía en una eterna disputa entre Caridad y Ciencia, y ciclos de Peste-Reformas (en su gran mayoría procesos dados en esferas externas a la vida del trabajador y la mujer chilena), a una relación mutuamente influyente con una organización popular que representaba un proyecto concreto (de alcance internacional) frente la crisis sanitaria constante y la situación precaria de los cuerpos de la “clase obrera”. Esta relación me parece que alcanza su mayor intensidad desde el surgimiento del SNS en 1952, desde donde se profundiza un modelo democrático e integral del manejo de los problemas de salud, vivienda y educación que se traducen en grandes resultados en el gran problema de la mortalidad infantil y materna de la época (gráfico p. 413), la descongestión de los Hospitales y disminución de los costos de la atención sanitaria y las iniciativas populares de cuidado de la salud, como las Brigadas de Salud. (p. 483)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Esta relación creo que también configurará un quiebre en el sentido de que sobrepasa el marco moral-institucional, que era un límite que ponía el estamento médico a las reformas sociales profundas, como ocurrió a propósito de la crisis del 29’ con la colaboración de la Intelligentsia Médica, en su facción conservadora, en la conformación de guardias civiles clandestinas y la Milicia Republicana contra el régimen socialista de Marmaduke Grove (p. 257). Esta limitación ya no es observable, creo, cuando los médicos se pronuncian a favor de medidas de contracepción y defensa del aborto, en directa oposición a la Iglesia y en apoyo a las clases más desprotegidas.
      Otro factor que creo importante de esta democratización es el rol que tuvieron las Universidades y el proceso de Reforma Universitaria a través de la integración cada vez más profunda entre las ciencias sociales y la “ciencia médica” como arma de doble filo, en tanto “objetualiza el cuerpo del pueblo” pero crea una consciencia mayor en torno a la determinación social de la salud.
      Otra oposición que me parece interesante y que creo nos acompaña hasta hoy es el de la “tecnocracia liberal” y la “vanguardia médica, con un planteamiento integrador de lo técnico y lo social”, oposición que se ve claramente en su origen AMECH-Vanguardia (p. 262). Esta dualidad histórica creo que podría ser importante en la comprensión y discusión acerca del manejo de la pandemia del COVID-19 en torno a las expectativas sobre una vacuna, en lugar de la organización del sistema sanitario para un manejo preventivo según las condiciones sociosanitarias de la población y el seguimiento de los contagiados.
      Me gustaría terminar diciendo que a pesar de lo tranquilizador de saber que muchas demandas sociales tienen una continuidad y fundamentos históricos muy fuertes, el relato que hace la profesora Illanes me deja inquieto en torno a nuestro actual proceso constituyente, considerando el rol que han tenido las FFAA y las cúpulas de poder en el mantenimiento del status quo, a pesar de un cuerpo de leyes y una carta constitucional (que en su momento Illanes nombra “leyes abortadas” a propósito del Codigo Sanitario de los años 20’ (p. 185)) que establecen una serie de lineamientos y derechos en el papel como respuesta a las demandas de los movimientos sociales que han acompañado a la historia de Chile en el siglo XX.

      Eliminar
  2. Al avanzar el libro pensaba “Que rabia. Uta que somos charchas”. El libro fue un constante deja vu; En cualquier momento aparecía el subsecretario Castillo justificando las filas de los CESFAM por ser centros de reunión social, o al excelentísimo ex ministro Dr. Mañalich diciendo que no tenía consciencia de la pobreza y desigualdad de Chile (podría leerse este libro…), o la genial idea de hacer “bingos” para financiar, por ejemplo, las goteras que teníamos que secar los semaneros en mi escuela básica o para ponerle cortinas a mi ex liceo, o para comprar facsímiles de PSU y no estudiar con facsímiles roñosos de PAA... o para que los profes no te cobren las fotocopias de la prueba…
    El cómo este “modo de vivir” capitalista permea (infecta) tanto al sector privado como al sector público, al mismo estado (como agente punitivo) y sus funcionarios, a los partidos políticos de todo sector. Las terribles crisis inflacionarias que siempre se intentan resolver (fallidamente casi sin excepción) con impresión de billetes, especulación y control de precios, control de exportaciones, etc. Etc. Y al final quién pierde? Siempre el pobre; el rico solo deja de ser un poco más rico… Afortunadamente desde la creación del Banco Central como organismo independiente se ha logrado contener la inflación.
    Al leer este texto recordé el libro “tejado de vidrio” de Mario Waissbluth, que comienza sugiriendo realizar la versión chilena de la serie de TV “House of cards”; cómo los amarres constitucionales de la dictadura y el monopolio económico de PENTA-SQM persistieron mermando a nuestra sociedad (junto a los “raspados de la olla”, ley de pesca, derecha e izquierda mojadas por las facturas falsas, los “me enteré por la prensa”, viajes a Cancún de alcaldes y concejales a “congresos” con platas públicas, etc). Muestra cómo todas estas injusticias llevaron a la revolución pingüina, manifestaciones del sector salud y pensiones (libro previo al estallido social) y propone el poder lograr un nuevo acuerdo social (que creo con convicción casi apodíctica que se podrá materializar con el triunfo de “apruebo AC” y la posterior discusión constitucional). En este mismo libro el autor cita a los economistas Acemoglu y Robinson en “¿Por qué fracasan los países?”, quienes ponen énfasis en la definición de instituciones económicas extractivas que “son aquellas que tienen como objetivo extraer rentas y riqueza de un subconjunto de la sociedad para beneficiar a otro subconjunto distinto. Unos pocos se hacen ricos y poderosos, y el resto que se chupe el dedo.” Y que “el carácter inclusivo o extractivo de las instituciones económicas no se da por sí solo, sino como resultado de instituciones políticas, que también pueden ser inclusivas o extractivas. El poder económico en contubernio con el poder político constituye el cepo perfecto para la extracción de riqueza de una parte de la sociedad por parte de otra.” Esa última frase resume un poco lo leído.

    Y es que es necesario mejorar las instituciones desde la base. Yo no me imagino, ahora, una reforma de pensiones donde exista una AFP estatal (o lo que sea) administrada por los mismos burócratas (de todo sector) que han manejado empresas públicas como Transantiago, TVN, Enap y todos estas empresas con hoyos financieros donde se han malgastado nuestros impuestos. Y digo mal gastar con propiedad, por todo lo que me ha tocado ver lamentablemente en el trabajo administrativo municipal y de servicios de salud, donde suele responderse que “no hay plata” para conseguir medias aguas para familias pobres que atendíamos, pero si la hay para renovar los autos fiscales o para contratar al “amigo de” que ayudó en la campaña. Y mejor ni hablar de MOP-GATE, PACO-GATE, MILICO-GATE y todos estos desfalcos… puaj.
    No obstante lo anterior mi fé en la salud pública sigue intacta, se reafirmó de hecho. Les dejo la propuesta del colegio médico sobre la reforma a salud, donde afortunadamente se abordan varios de los puntos que acabamos de leer: http://www.colegiomedico.cl/propuesta-de-reforma-integral-al-financiamiento-de-la-salud/
    Saludos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por si les interesa dejo la muestra del libro Tejado de vidrio con el "house of cards chilensis": https://www.tagusbooks.com/leer?isbn=9789569545115&li=1&idsource=3001

      Eliminar
    2. Qué interesante Mitchel, gracias por compartirlo!

      Eliminar
    3. Finalmente agregar ya fuera de lo emocional (xD) y más centrado en nuestra labor me queda claro que el camino es que el Estado como “espacio” sea ocupado por un proyecto de la sociedad civil, realmente democrático y participativo con el fin del bien común del “pueblo-derecho” y ya no como “objeto”.
      Fundamental rescatar el cómo el origen (por su presión/necesidad de existir) del SNS, programas de vacunación, higiene y preventivos nacieron desde el pueblo y no desde la clase política ni los “expertos”, muy similar a lo que ocurrió con lo que hemos visto de la psiquiatría social siendo el pueblo que reivindica los derechos de aquellos “sub-hombres” desechados y ocultados por la sociedad (siendo la psiquiatría también ocupada para esta perversa labor).
      Por tanto es desde este estado teniendo como fin la salud pública, el bien común, con la comunidad organizada y participativa (con injerencia) desde donde, espero, sigamos desarrollando nuestra labor. Como he dicho antes me parece que tenemos ya un gran camino avanzado en cuanto a organización de servicios respecto al territorio y el rol de la APS fundamental a nivel local (programa chile-crece contigo por ejemplo con todo el control prenatal-vacunatorio e infantil, consultorías de SM en APS). Como se menciona en el texto, la municipalización puede ser motivo de controversia debido al rol de “pueblo-objeto” con que se ha solido tratar a la población en salud. Pero reconoce que al municipio como “expresión posible de una forma de gobierno-local-democrático”; esto último lo vimos muy potenciado en el manejo de la pandemia COVID (alcaldes activos con una visión más humana del problema versus un ministerio ausente en lo local y desconectado con la realidad, tónica de casi todo este texto). Al tener una comunidad activa y organizada de todas maneras se nos hará nuestro trabajo más fácil en el sentido de la real rehabilitación y obviamente en el sentido preventivo como ya asociaron mis compañeros.

      Eliminar
    4. Totalmente de acuerdo Mitchel! es bacán ver como en la historia la participación de la gente en el cuidado de su salud tiene consecuencias y resonancias tan fuertes hacia adelante.

      Eliminar
  3. La lectura de procesos históricos desde las iniciativas populares que los propiciaron siempre me ha resultado un ejercicio atractivo e iluminador. Sin embargo, la lectura actual me deja un sabor tremendamente amargo. Por supuesto, esto no tiene que ver con su calidad o contundencia documentaria, sino con lo representado que me siento con la desazón que genera el trabajar en un sistema público de salud precarizado. Esto no sólo en lo económico, sino en los principios mismos que fundan su institucionalidad en todo el periodo post dictadura. El paso del Estado Asistencial a un Estado Subsidiario marca los lineamientos de un sistema de salud enfocado en asegurar el acceso (en ultimo termino: financiamiento) y un estándar mínimo (bien mínimo) de calidad de atención de salud. Para la atención primaria esto ha implicado el financiamiento a través del famoso sistema de “per cápita”, que estimula la captación de usuarios en el territorio con una lógica particularmente clientelar. Y por otro lado asoma el financiamiento asociado a metas, guiño directo a una exigencia de eficacia al más puro estilo empresarial. Dichas metas son parámetros cuantitativos, por supuesto. Así las cosas el trabajo del médico constantemente se ve encajonado en las tareas asistenciales, desmoralizando cualquier voluntad de participación en labores de vinculación con la comunidad. Y más aún, en el propósito de articularse con la comunidad en el trabajo y la responsabilidad por salud en este “cuerpo colectivo” definido por la autora.
    En mi experiencia laboral previa tuve la fortuna de tener múltiples oportunidades para vincularme a nivel colectivo con mi comunidad, pero es importante mencionar que esto fue posible gracias, en parte, a una jefatura dispuesta a la flexibilización de las agendas asistenciales y con convicciones similares a las mías en términos del valor del trabajo con la comunidad. Este trabajo, no obstante, pretendió canalizar las inquietudes de salud de los vecinos estableciendo una mesa de diálogo constante (Concejos de desarrollo local, CODELO) donde finalmente las tareas en salud se las llevaba la institución. Esto en parte me hace comprensible que hoy en día nuestros usuarios pongan en las instituciones de salud exigencias altas y concretas sobre los servicios entregados. Le hemos despojado a la comunidad la iniciativa de gobernar la salud en el día a día, obligándolos a vender la fuerza de trabajo para comprar un servicio delegado a otros. A propósito del pensamiento puesto en los “cuerpos” que en varios pasajes toca la autora, contribuimos diariamente a erosionar el gobierno que las personas tienen de sus cuerpos.

    ResponderEliminar
  4. Un libro interesante que en todo momento me hacia revisar las fechas que iba leyendo, ya que lo hechos relatados a pesar de ser de siglos anteriores parecían relatos de historias o noticias que vi en la tv el día de ayer. Me preocupa como hay temas de actualidad que llevan muchos años luchando su cambio, como en las hojas escritas en libros historia sigue habiendo gente que pesan mucho mas sus intereses propios que el de la mayoría de los integrantes de un país. Si también pude leer esperanza, al ver que hay personajes o grupos valientes que fueron capaces de ir en contra de la mayoría de esos tiempos y lograron cambios importantes que vemos hasta hoy. Me impresionó ver esta lucha política, de bandos bien marcados con intereses fijos caminando a través de la historia sin escuchar la voz del pueblo, sus quejas, sus historias y sus peticiones.
    Nací en un pueblo, donde puedo dar gracias, viví la mejor infancia que podría haber pedido, pero teniendo como aspecto negativo saber poco o nada de la realidad que se ve en el resto del país. Es un pueblo donde éramos todos iguales, nunca vi las divisiones de las clases sociales. De hecho, llegaban hijos de comandantes de ejercito que en otro momento hubieran estudiado en el mejor colegio de la ciudad, pero para suerte de ellos solo había uno solo. Teníamos en el recreo partidos de futbol en contra el que había viajado en vacaciones a Disney y por el otro los que nos tirábamos en cartón de los cerros y personalmente creo que las mías eran mejores. La inocencia de niños nos hacia vernos todos juntos sin divisiones sociales, pero este libro me llevo de golpe a esos años, me hizo observar críticamente lo que hoy puedo analizar, viendo en retrospectiva uno de mis mejores amigos nunca tuvo vacaciones, desde los 9 años se iba por 3 meses a trabajar a la esquila de ovejas donde todo el dinero que ganaba se lo entregaba a su madre en marzo para mantener la casa hasta la próxima temporada. Leyendo el libro me trajo de golpe a la verdadera realidad, lo recordé a él y otro gran amigo que no tuvo las oportunidades que tuve yo y que hace 3 años murió a causa de OH, y que cada vez que viajo a ver a mis padres veo a su hijo, imagen calcada de él, y me hace preguntarme como podría haber ayudado.
    El libro relata la historia como el gremio de médicos se involucra en lo social, pero como también salen obstáculos al camino para dificultarlo. No pierdo la fe que podamos seguir en este camino, de no olvidar para donde vamos y que por más obstáculo que salgan, no nos demos por vencido. Creo firmemente como desde nuestro puesto de médicos psiquiatras en formación podemos ayudar en una verdadera salud pública, a un pueblo que pide a gritos ayuda, a pacientes que no aceptados por sus pares ni sus propias familias. Podemos darle la oportunidad de vivir a pesar de estar envuelto en un mundo capitalista, una verdadera selva, donde el mas fuerte sobrevive y que lamentablemente para sobrevivir se necesita dinero, el cual la inmensa mayoría de las personas no cuenta mas que para vivir el día a día.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. continuación ....
      Estamos en las puertas de grandes cambios, que esperemos sean en beneficio de la gente que históricamente menos a recibido, que el vivir sea digno para todos, y que estos cambios ayuden a que lo pacientes tengan por lo menos lo básico para vivir como agua potable, un hogar que no se les llueva, que cuando necesiten atención médica sea de calidad y oportuna, y no solo este escrito en un folleto de forma bonita que tanto días los vera un especialista mientras que la realidad es otra. Mis primeros años como médico pude ver como las falencias de sistema de salud muchas veces me hacían ver el lado amargo del sistema, pero por otro lado logré sentir momentos de placer al ayudar en cierto modo a personas insertados en una comunidad que la tenía olvidados. Siempre de la mano de personajes que van en contra de la corriente, un poco lo que se podía leer en el texto, muchas veces obteniendo advertencias de la jefatura, pero aun así creyendo en el bienestar social.
      Espero personalmente, no estar leyendo un libro en 20 años más con los mismos temas que hoy pudimos leer y que los cambios sean definitivos y con un bien común, el pueblo.

      Eliminar
  5. Al principio de este libro, se observa como la población más vulnerable debe suplicar a la clase dirigente por mejores condiciones de vida y sociales. La clase obrera caía bajo el flagelo de múltiples infecciones, pero la aristocracia (que dominaba en el parlamento y en el ejecutivo) estaba tan aislada, que no era consciente de toda esta miseria de sus compatriotas. Cuando se implementó en ese tiempo (fines del S. XIX) un proyecto de ley en beneficio de los Socorros mutuos, los aristócratas, asumiendo su ignorancia respecto al tema, rechazaron el proyecto. Los argumentos para rechazarlo son increíblemente parecidos a los que esgrimen parlamentarios en la actualidad para rechazar proyectos en beneficio de la población, de hecho, tenía ganas de sacarle un copy-paste a los argumentos para publicarlo en alguna red social y preguntarle a mis contactos por el año en que ellos creían que se habían esgrimido esas declaraciones.
    El libro me dejó con una sensación bastante amarga puesto que las condiciones de la clase desfavorecida dependía de la voluntad de los políticos de turno, algunos con ciertos logros, pero que siempre eran contrarrestados eficazmente por la oligarquía. En muchos pasajes, el libro relataba que las condiciones sociosanitarias no resistían más y que la gente realizó muchas revueltas, sin éxito (una historia manchada de sangre). Cuando la población lograba ciertos cambios con el gobierno de Allende, la clase dirigente hizo lo suyo nuevamente, generando inestabilidad e impopularidad hacia el presidente de ese entonces, llevando finalmente a la pérdida de la democracia y de los avances logrados a inicios de la década del '70. Luego de esta lectura me surgen sentimientos de pesimismo, pensando en que si en más de un siglo no se ha logrado una salud digna para la población más vulnerable, es poco lo que podemos hacer para lograrlo. Sin embargo, el plebiscito me da algo de esperanzas en el futuro, aunque desde ya genera resquemores en la clase empresarial.
    Me llama profundamente la atención, por otro lado, el rol del estamento médico a lo largo del periodo mencionado en el texto. Se aprecian dos corrientes claramente diferenciadas, por un lado, médicos comprometidos por lo social, mientras que por otro, médicos preocupados por sus propios intereses. Miraba con profunda vergüenza el actuar del Colegio médico en el gobierno de Allende, posicionándose con los opositores sólo por el hecho de que van a perder su fuente de negocios. Entiendo que la medida de fusionar el SERMENA con el SNS fue precipitada, sin embargo, aunque sea una medida progresiva, el rechazo seguiría siendo intenso. Es imposible hacerse un símil con la situación de los colegas médicos en la actualidad, sobretodo con lo ocurrido durante el Estallido social, donde el Colegio Médico se involucró debido a que consideraron como gremio era necesario acudir en pos de la población, frente a esto, surge una oposición dentro del Colegio Médico que se opone a la "politización" del gremio, pidiendo que la directiva se centre en sus propios intereses (como reparar la sede del colegio), repitiéndose la histórica disputa del gremio. Comulgo con la generación del '68 que propugnaba una formación más social de la medicina (gracias a este enfoque es que surge la experiencia del médico general del zona, actualmente EDF, que, sin duda, te entrega herramientas para comprender mejor el sufrir de la población y uno lo puede apreciar cuando habla con un especialista que fue general de zona o que trabajó en APS versus un especialista que realizó la beca directa que tiene menos opciones de observar las dificultades del sistema sanitario chileno).

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por último, relaciono lo leído con el texto de Gerard Caplan "Principios de Psiquiatría Preventiva", porque en un principio, el estamento médico determinó que era muy difícil bajar los índices de enfermedades como la viruela sin que el Estado interviniera activamente en los trabajos, la vivienda, entre otros sectores (de ahí la creación de Ministerios con nombres tan largos como el Ministerio de Higiene, Asistencia, Previsión Social y Trabajo, ya que debían influir en muchos aspectos para poder mejorar la higiene de la población) y es justamente lo planteado por Caplan. Ahora, Caplan busca decididamente en su texto desligarse de la política, pero como se ha conversado en sesiones y post anteriores, es imposible ser un tecnócrata apolítico (o un "médico-ingeniero" como planteaba el libro) viendo en todo lo que debemos influir para lograr los cambios para una salud digna en la población.

      P.D.: Fue curioso leer sobre el surgimiento de la "Gota de Leche", en Chillán tenía a una paciente que vivía ahí trabajando como voluntaria y me contaba de las labores que realizaba).

      Eliminar
  6. Muchas veces se dice que un pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla, me parece super atingente en específico al evento histórico ocurrido en 1957 “esta situación social a presión estallará con feroz virulencia en las sucesos de abril de 1957 en que, actuando como detonante la movilización estudiantil anti-alzas de la locomoción, se lanzó el pueblo a la calle, produciéndose saqueos, destrucción urbana y fuerte represión” (pag 415); podríamos cambiar abril de 1957 por octubre 2019 y la historia es la misma.
    Interesante y doloroso a la vez me parece el hecho de personalmente desconocer la mayoría de los hechos aquí relatados, o conocer una versión algo diferente; podría sintetizar lo leído como que todo lo que es para el pueblo viene desde el pueblo y no pidiendo las cosas por favor, sino teniendo que luchar por ellas, mediante el sacrificio de hombres, mujeres y niños que han pagado con sus vidas el deseo infinito de enriquecimiento de los que ostentan dinero y poder; indiscutiblemente el que tiene dinero tiene poder (en cualquier momento histórico), poder para hacer leyes que los sigan favoreciendo y perjudicando al trabajador, porque lo que podría favorecer al trabajador es “inconstitucional”, o más concreto, argumentos como que ”aumentar los sueldos aumentaría el alcoholismo”; no está demás señalar que como país tenemos una oportunidad única ante la posibilidad de que el pueblo pueda escribir su propia constitución; igual cabe preguntarse qué tan real es esto, ¿permitirán los poderos que el pueblo de verdad pueda tomar estas decisiones? ¿o serán leyes vacías sin sustento como las que se presentaron en el siglo pasado? Donde muchos lucharon para que se decretaran estas, nunca aplicándose, construyendo castillos de arena, o como se menciona en el texto, que Chile se caracterizó por promulgar muy buenas leyes en relación a aspectos sociales sin que estas se aplicaran nunca.
    Es relevante para mí destacar luego de la lectura que el estado sólo se preocupó de los trabajadores cuando vio en riesgo la mano de obra que podría perjudicar los ingresos económicos de los poderosos, nunca importó su calidad de vida, ni siquiera si tenían para comer y menos aún se cuestionaron si ellos tenían algo que ver con este aumento de mortalidad. Hoy se sabe claramente como cita el texto “los dolores, las enfermedades que sufre el pueblo ¿a qué se debe? A defección del organismo, y no únicamente del organismo individual, físico, sino también, al plexo social: desde el momento que todas las enfermedades que sufre la humanidad son derivadas de la imperfección social en que nos desarrollamos” (pag 157). Esto es un reflejo de lo que tanto llamó la atención en contexto pandemia, el notar que la gente de comunas vulnerables moría más que la de comunas acomodadas, aplicando mismo tratamiento (independiente de si era hospital para rico o para pobre) ¿qué los hacía diferentes? Su historia de vida.
    Creo que nos han inculcado que querer más es malo, que lo bueno es conformarse, que los que luchan por sus ideales son delincuentes ( “conflicto mapuche” o “estallido social”) y que los buenos son los que trabajan mucho ganando un sueldo mínimo que sólo sirve para sobre-vivir no para vivir, y que el que es pobre es porque quiere, entre otras cosas.
    Me trajo a la mente una rima infantil que dice “aserrín aserrán los maderos de san juan, piden pan no le dan, piden queso le dan hueso, y les cortan el pescuezo” (originalmente canción española que se cantaba en la noche de san Juan que ha evolucionado con diferentes versiones en diferentes países); que violento normalizar estas líneas y que estén destinadas para los niños.
    Chile tiene una historia dolorosa que es necesario conocer, es importante saber cómo hemos llegado a ser el Chile de hoy y aprender de eso y ojalá no cometer los mismos errores.

    ResponderEliminar
  7. Mientras iba leyendo "En el nombre del Pueblo, del Estado y de la Ciencia. ..." no dejaba de sorprenderme el hecho de que muchos argumentos que escuchamos actualmente por autoridades políticas cada vez que se intenta hacer algún cambio o se dicta una medida que pueda afectar económicamente a la clase dominante, a los dueños de empresas, o aquellas en que el Estado tenga la osadía de “meterse con la libertad individual” (que a mi juicio, es básicamente contra la libertad de los privilegiados, basada en la falacia de que de que se defiende la de todos) sean prácticamente los mismos que se utilizaban hace incluso más de 100 años.

    Por ejemplo, a raíz de la epidemia de la viruela, y la alarmante cifra de fallecidos, surge a fines del siglo XIX la “disputa entre la vacunación obligatoria y la persuasiva, discusión que duraría décadas.”
    “El proyecto de vacunación obligatoria patrocinado por el Gobierno de Santa María fue obstaculizado una y otra vez en la Cámara de Diputados”, estando entre los argumentos esgrimidos que “ella podía significar la intervención del gobierno en el ámbito sagrado de lo privado-patronal.”
    Uno de los principales opositores era el diputado Juan N. Parga, quien manifestaba que “dicho proyecto, a su juicio, atentaba contra la garantía y la libertad individual”.
    Situación similar ocurrió con la epidemia del cólera, cuyas medidas también fueron rechazadas bajo las mismas justificaciones.

    Esto me recuerda a discusiones que se han dado en la actualidad en el contexto de la pandemia del coronavirus, cuando vemos que el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, “pidió que se escuche el clamor de los empresarios para flexibilizar las cuarentenas por el coronavirus”, manifestando que “la libertad es más importante que la propia vida" (1) o cuando declaró "sabemos que tenemos el problema del virus, que tenemos que preservar vidas, pero tenemos un problema que cada vez nos preocupa más: el tema del desempleo, el tema de que la economía deje de funcionar” (2).
    En una línea similar, en Chile, el presidente del Partido Republicano, José Antonio Kast, daba a conocer a inicios de julio un programa donde se solicitaba “poner fin a las cuarentenas” con el objetivo de "reactivar el país" (3).

    Lo mismo me ocurrió respecto a los argumentos de la clase dominante en contra de medidas que tuvieran el objetivo de mejorar un poco las paupérrimas condiciones laborales y de vida de los obreros, por ejemplo, cuando se pedía “una ley de descanso dominical”, cuyo proyecto fue presentado al Congreso en julio de 1904, frente a la cual “inmediatamente se hizo notar la resistencia patronal en las Cámaras y en la Sociedad de Fomento Fabril (SÓFORA), quienes argumentaban que no era posible tal reforma, tomando en consideración el alcoholismo de la clase obrera y su inconstancia en el trabajo.”
    Debates similares se mantienen en la actualidad, por ejemplo, cuando se plantea la reducción de la jornada laboral a 40 horas, donde los empresarios y autoridades de líneas políticas que los defienden (o que mas bien, que forman parte de ellos) manifiestan que los chilenos son flojos, que va a disminuir la productividad, y además, generan verdaderas campañas del terror respecto a que esta ley llevaría a un aumento de la cesantía.

    Todo esto nos demuestra que, en general, “los dueños de nuestro país” nunca han estado dispuestos a aceptar nada que pueda afectar mínimamente sus ganancias económicas, sus supuestas libertades (la de ellos, no las del resto) o modificar, aunque sea levemente, las estructuras de poder a favor de un equilibrio más justo, y que los cambios que se han producido, la mayoría de las veces hayan sido fruto de revueltas sociales, lo que nos trae inevitablemente al proceso que estamos viviendo actualmente, tras el “estallido social”, gracias al cual estamos ad portas de un plebiscito que abre las esperanzas de que al fin llegue la dignidad que los chilenos se merecen.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bibliografía (además del libro):
      (1) https://www.pagina12.com.ar/264426-jair-bolsonaro-contra-las-cuarentenas-la-libertad-es-mas-imp)
      (2) https://www.biobiochile.cl/noticias/internacional/america-latina/2020/05/08/gobernador-desafia-a-jair-bolsonaro-y-prolonga-cuarentena-en-sao-paulo-por-coronavirus.shtml
      (3) https://www.24horas.cl/politica/partido-republicano-propone-al-presidente-pinera-que-el-18-de-julio-comience-el-fin-de-las-cuarentenas-4307763

      Eliminar
    2. Gracias Camila por tu comentario. Me parece una buena lectura traída al día de hoy.

      Eliminar
  8. Leer este libro de María Angelica Illanes fue toda una experiencia, entregaba una gran cantidad de información que causaba en uno un gran pesar por las grandes injusticias de nuestra sociedad, además nos hace cuestionarnos de dónde venimos, cómo nos hemos construido y hacia donde nos queremos construir.
    Que rabia me genero el principio del libro, que indignación a leer las mismas frases que los políticos utilizan hoy en día en políticos de hace 100 años para justificar su egoísmo y la falta de humanidad hacia los sectores más vulnerables de nuestro país. Durante años murieron miles de niños, mujeres y hombres por culpa de una clase política que solo velaba por los intereses económicos de los grandes patrones y lo peor es que seguimos viviendo esto mismo. Trato de ver las cosas positivas que hemos logrado en estas pocas décadas y me parecen insuficientes para toda la sangre que se ha derramado. Este libro reafirma con más fuerzas lo que sentía y me llena de argumentos para seguir pensando como pienso sobre nuestra pobre sociedad chilena.
    Este libro me hizo pensar en mis antepasados, en cómo ellos habrán vivido estos procesos, en cómo ellos habrán sufrido esta represión. En cómo yo he recibido sus enseñanzas y cómo he ido creando mi propio pensar a través de mis vivencias en el colegio, la universidad y mi etapa de EDF. Y leer sobre mi escuela de medicina, la Universidad de Valparaíso, debo decir que me sentí orgullosa de estudiar ahí, ya que siento que mis primeros años de escuela fueron claves, ya que tal como dice el libro nos enseñaron mucho sobre el trabajo social, por ejemplo, nuestro primeros años nos mandaron a realizar trabajo comunitario en poblaciones vulnerables. También el libro habla de los generales de zona que eran enviados a pueblos lejanos para ayudar a estas comunidades con déficits de médicos, y recordé mi etapa de EDF, en cómo fui parte de una comunidad y contribuí a mejorar su salud. Y ahora en este ramo al leer este libro refuerzo en lo que me quiero convertir, un médico que trabaje con la comunidad, en las bases. Una persona que eduque a su familia, a sus amigos, a sus pacientes, y a quien quiera escuchar en la búsqueda de una sociedad mas humana, mas bondadosa, menos egoísta, más justa.
    Saber de historia sirve para no repetir los mismos errores, y obviamente a nuestro país le falta mucho conocimientos de historia, leer este libro me ayuda a nutrir mis conocimientos y a compartir estos con otros, para quizás desde este granito de arena ir contribuyendo a no repetir siempre los mismo errores.

    ResponderEliminar
  9. Me parece interesante conocer los orígenes de la Medicina Comunitaria en Chile “como concreción histórica del concepto de Medicina Social Integral, definida como aquella concepción de la medicina que considera al sujeto de sus acciones, el hombre, como un ser considerado en su triple dimensión física, psíquica y social, en interacción con su medio ambiente, la Medicina Comunitaria se definía entonces como la realización de la Medicina Integral, mediante la realización de las acciones preventivas y curativas en el medio ambiente con la participación activa de la comunidad organizada". Sin embargo, en contexto del desmembramiento del Sistema Nacional de Salud, esta deja ser prioridad, primando la Medicina mercantil-biomédica, cuyo fin es mantener a un "homo-económicus" mencionado por la autora, con sus capacidades laborales intactas. Es duro leer cómo la gran mayoría de los chilenos es vista de esta manera, formando parte de un sistema perverso desde el inicio de los tiempos.

    El texto me permitió ser consciente de que muchas veces somos críticos respecto a la realidad actual, pero la verdad es que la del pasado fue mucho peor, requiriendo procesos de largos años para ser modificada y llegar a este punto. Fue desgarrador leer que había un aborto cada 2 nacimientos y muchas mujeres morían a causa de ello, los partos se daban en la calle, el postnatal duraba 6 semanas, la mayoría de los niños eran abandonados y vivían debajo de puentes “peluseando” para sobrevivir, bañándose en las piletas. Me parece increíble que no existiera el descanso dominical y la idea de que llegar a adulto era hazaña debido a las frecuentes “epidemias”, no solo por enfermedades infectocontagiosas como TBC, lúes, tifus, sino también por “epidemias de suicidios” descritas por la autora, como consecuencia de la insostenible realidad socioeconómica.

    Me parece relevante mencionar cómo a lo largo de la historia se ha determinado y reproducido que las mujeres seamos efectoras de los cuidados. Desde monjas a cargo de las Instituciones de Beneficencia, Visitadoras sociales, Enfermeras sanitarias hasta brigadistas; durante el período mencionado siempre fueron mujeres quienes estuvieron a cargo de los cuidados de la salud, es más, nunca se menciona a las anteriores como sustantivos masculinos. Lo previamente señalado me hace cuestionar la carga histórica que tiene mi elección de ser médica y la importancia que atribuyo a los cuidados.

    Destaco el aporte de todas las médicas y médicos que quisieron democratizar la intelectualidad y la Medicina, participaron de la Reforma Universitaria, la creación del Sistema Nacional de Salud, los múltiples proyectos para el Pueblo chileno y ejercieron la medicina como “un arte, no un oficio; un llamado, no un negocio, una vocación” como señalaba el Dr. William Osler.

    Ad portas de un hito histórico para nuestro país, el plebiscito del próximo 25 de Octubre, la lectura de “En el nombre del Pueblo, del Estado, y de la Ciencia (…)” de María Angélica Illanes no deja de ser reveladora para comprender la historia de la Salud pública y cómo hemos llegado a donde estamos. El cambio del Estado Asistencial a Subsidiario como consecuencia de la Dictadura, significa un quiebre que modifica el paradigma epistemológico desde el que se ve a la sociedad, retrocediendo de sujetos a objetos. Ante el planteamiento de una Nueva Constitución, este pareciera ser un punto esencial, ya que finalmente el prisma desde el cual se ve a las personas permea cualquier decisión, ley o política pública.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Que increíble esto del postnatal, los descansos dominicales. Cosas tan básicas, no sabía se habían gestado desde el malestar trabajador, siempre pensé (o tuve la esperanza) de que hubiese surgido en el congreso... claramente no! Tal vez por la edad uno está más conectado con el abuso de las pulperías por ejemplo, o los abusos de las minas de carbón en Lota donde también se abusaba de las horas de trabajo, malos pagos y trabajo infantil, pero esto que tu resumiste al leerlo es hilarante y terrible...

      Eliminar
    2. Gracias María José. Un muy interesante comentario al Libro

      Eliminar
  10. La lectura de esta obra me generó tanto amargura, como esperanza… Siento que la medicina ha logrado resolver grandes problemas de salud del pueblo chileno, pero sin duda, los costos han sido altos. Esto debido a que en los primeros 100 años de nuestro país, el bienestar de la clase obrera, desde todos los puntos de vista no era un tema de preocupación para las autoridades del momento.
    Durante el siglo XIX, predominó la beneficiencia, con la aristocracia como los que se hicieron cargo de las enfermedades de la población. Si bien esto continuó durante las primeras décadas del siglo XX “El estado liberal comenzó a vislumbrar y asumir una mayor responsabilidad organizativa frente a la caridad asistencial” por lo que el Estado fue progresivamente (y con bastante resistencia) haciéndose cargo de la salud de la población, proceso que tiene su máxima expresión con la creación del Sistema Nacional de Salud en 1952. Así es de manera muy resumida como parte el largo camino hacia las políticas de salud que tenemos hoy en día.
    Es increíble cómo nuestra historia ha sido cíclica, leer el pasado no dejaba más que traerme a lo vivido en los últimos años. Mientras leía por ejemplo las dificultades en la toma de decisiones que se tuvieron que tomar para frenar la viruela y el cólera; como la decisión de decretar barreras sanitarias o si la vacunación sería obligatoria, y posteriormente leer las consecuencias de muerte y hambruna en la población, es la repetición (a menor escala, por supuesto) lo que está pasando en esta pandemia y las dificultades en el fino límite de buscar tanto el bienestar de salud como el bienestar económico de la población, recordando que en aquel entonces cuánta pobreza y hambruna quedaron. Y, además, para empeorar el escenario en ese entonces, hacerse cargo de esas personas no era considerado una “responsabilidad del estado”. Pareciera también que las medidas para la población se han tomado siempre después de la crisis y nunca de manera preventiva, ya que fueron las enfermedades las que permitieron el cuestionamiento al sistema de salud, develando la miseria y las inequidades, tal como lo hizo el cólera en su momento y lo hace el Covid hoy en un Chile que pareciera ser más “desarrollado”.... Sin embargo, tal como en ese momento se pudieron generar cambios, creo que esta es una nueva oportunidad para ellos. Según esta ciclicidad, estamos en un nuevo escenario para lograr cambiar y mejorar medidas sanitarias en pro de nuestra sociedad.
    En cuanto a la historia de la influencia de los médicos, encontramos cómo cada vez se han ido haciendo más partícipes en la toma de decisiones en cuanto a las políticas públicas…
    “Los médicos, agrupados muchos de ellos en la Sociedad Médica, no tenían mayor ingerencia en la práctica y toma de decisiones respecto a de algún tipo de política de salud. De hecho quedaron marginados de la participación por derecho propio en la nueva estructura que organizó la Beneficiencia. Dichas Juntas de Beneficiencia los dejó en situación desmedrada, confiriendo el máximo de autoridad a los administradores”. Esta frase refleja el inicio del camino que se ha desarrollado en torno a la influencia de nuestra profesión en la salud de nuestro país, cómo los estudiantes de medicina y médicos jóvenes pudieron trabajar en pro de lo que visualizan y a generar cambios, hasta las modificaciones generadas por la labor de los doctores Cruz Coke y Allende que fueron importantes para el desarrollo de la prevención de salud.
    Y si bien en la historia de la agrupación médica ha habido decisiones que hoy las podemos enjuiciar más claramente como erráticas, ha sido este camino el que nos permite hoy poder pensar en mejoras para nuestra salud pública, estudiar para empoderarnos, inspirarnos en personas como Caplan y seguir luchando para generar los cambios que espero todos anhelamos.

    ResponderEliminar
  11. La lectura de “EN EL NOMBRE DEL PUEBLO, DEL ESTADO Y DE LA CIENCIA” ha sido una experiencia que me ha permitido completar muchos espacios vacíos de mi construcción previa de cómo ocurrieron las cosas en el periodo abordado por esta obra. Me parece simplemente admirable el excelente y detallado trabajo que hay detrás de este libro que permite volver a vivir esos tiempos con citas y datos de la época. Entender como la autora se propone describir minuciosamente el largo proceso desde el cual se comienza a construir nuestro modelo actual de salud, ha sido una experiencia muy enriquecedora y que ha logrado si duda cambiar mi visión de muchos aspectos de la historia, o simplemente crear una nueva visión de temas que desconocía por completo.
    El punto de partida en esta historia resultan ser las inaceptables condiciones con las que tenían que vivir y trabajar las personas de la clase obrera de nuestro país. Resulta impresionante como el texto deja en evidencia que estas personas eran tratadas como simples instrumentos que no recibían ningún tipo de cuidados de salud, y sus condiciones de vivienda y alimentación eran impensadas para nuestra realidad actual. En 1885 “nacer para vivir era un privilegio”, menciona el texto, explicando en pocas palabras la realidad de la abrumadora tasa de mortalidad infantil del periodo. El capitalismo no tenía ningún reparo en mantener la explotación constante de hombres, mujeres y niños; sin ninguna preocupación por el debilitamiento del cuerpo del pueblo y las diversas enfermedades que padecía a causa de condiciones paupérrimas de habitación y cuidados. En este escenario es que el estado comienza poco a poco su largo proceso de transformación en busca de acercarse al equilibrio entre el descontento del pueblo y la exigencias del capitalismo.
    La mano de obra del país necesitaba ser reparada y mantenida. Nacen en primera instancia las sociedades de socorros mutuos como el primer esbozo de organización de la salud y de un sistema de previsión social, que, aun ejerciendo funciones muy limitadas, era un gran avance para una clase obrera que ni siquiera podía proporcionar un entierro digno a sus compañeros caídos.
    La problematización creciente de la sombría realidad comenzó a generar las diversas iniciativas que fueron abriéndose camino cuesta arriba a través de las incontables barreras que impiden el progreso y que incluso en la actualidad aun podemos ver. Me resultó muy interesante en el recorrido del texto, el poder ir identificando los periodos exactos donde se iniciaron medidas sanitarias de gran importancia como lo es, por ejemplo, la instrucción de registro y notificación obligatoria enfermedades infecciosas en el año 1889.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La visión entregada por esta obra sobre como acontecimientos internacionales tenían directas repercusiones en las condiciones de vida de los chilenos, por ejemplo, lo fue la primera guerra mundial que tuvo importante impacto en el aumento de los precios y costos de vida en general, empeorando aún más la situación que ya era insostenible. En 1925 ya existía el ministerio de higiene, asistencia, previsión social y trabajo a cuya cabeza logra instalarse el cuerpo médico bajo la ayuda de los gobiernos militares de los años 20. Ya en ese entonces comenzaban a aparecer en nuestro país los conceptos de “medicina social” entendida como la expresión de un movimiento social amplio entorno a la higiene y salud del pueblo. He logrado entender de mejor forma algunos conceptos aplicados a esta materia, como la “caridad” y el cómo la ciencia logra unirse a esta última para configurar la beneficencia que aplicada las cuestiones sanitarias más tarde dará origen al estado asistencial.
      Una gran impresión me causó conocer más profundamente la cruda realidad en la que vivían los habitantes de la comuna de San Miguel durante todo este contexto y además las terribles medidas de contención de focos de enfermedades infecciosas que se tomaron en algún momento, como eliminación de conventillos dejando a la gente en la a la calle sin ningún tipo de ayuda.

      Mas adelante con la llegada del enfoque preventivo comienza a desarrollarse la idea de que el agente clave de la acción sanitaria debía ser la atención ambulatoria en consultorios o en el hogar. Poco a poco el sistema nacional de salud fue logrando revertir los complejos números con los que se inició esta lucha trabajando arduamente en cada uno de los factores clave que permitieron que esta realidad fuera posible. De la lectura de este libro, junto con la historia, me quedo con la idea de cómo la mano de obra de la clase trabajadora ha sido históricamente explotada sin reparo. Incluso a la fecha, aún podemos ver innumerables situaciones en las cuales no se proporcionan las condiciones laborales mínimas y permanece el abuso disfrazado de diversas formas o escondido en resquicios legales. Hoy el problema ya no son los niños, hoy el daño ya no es tanto a nuestro cuerpo, hoy el daño y deterioro probablemente está asentado en nuestra salud mental.

      Eliminar
    2. Muy prolijo y buen comentario Nicolás. Muchas gracias.

      Eliminar
  12. Me parece que la lectura del libro de la Doctora María Angélica Illanes es de gran valor y, personalmente, profundamente emotivo, ya que, me permitió conocer esa historia de Chile, que no nos enseñan en el colegio y que sin embargo es de tal trascendencia, porque implican procesos históricos que tienen que ver con nuestra idiosincrasia, con nuestra identidad como pueblo, que nos ayudan a comprender y quizás hasta poder extrapolar muchas situaciones que han ido ocurriendo a través de la historia, que hoy perfectamente podrían servir como marco de referencia.

    A través de la lectura de este libro, tuve variadas emociones: rabia, tristeza, consternación, incredulidad, entre tantos otros. Pero también sentí un profundo y fundado orgullo de mi pueblo; de esa parte de la humanidad que es capaz de levantarse y organizarse ante la adversidad y la injusta desigualdad; primero desde la autodeterminación, pero también desde la confianza y el respeto por el prójimo.
    Este proceso reivindicativo, mediante el cual se logra recuperar dignidad, al escapar de ser objeto de la caridad, que al no obtener respuestas satisfactorias del Estado y menos de la clase burguesa, la clase obrera decide fundar las Sociedades de Socorros Mutuos. Posteriormente, ocurren una serie de transformaciones, según el contexto mundial, los distintos gobiernos, desde el intento del Estado Asistencial, que por una parte logra responsabilizar al Estado en su función del cuidado de la población, pero por otra, sustrae el control y propio cuidado del cuerpo al pueblo.
    En este libro se retrata, de una manera formidable, con textos, discursos, poesía, en fin, variado tipo de material histórico valioso, lo que según la autora se podría pensar como “una memoria de lucha” de nuestro pueblo.

    Es sumamente interesante cómo es planteada la problemática capitalista, fundada en el consumo fisiológico de la vida de la fuerza de trabajo y cómo el estamento médico logra separarse ideológicamente de la clase burguesa y plantear este dilema y la necesidad de intervención tipo “ecología social” del capitalismo, intervenir en su libertad anárquica, para superar la contradicción trabajo-muerte.
    Esta situación se ve materializada en las salas de espera de hospitales públicos, versus la atención médica que se puede comprar, hasta el día de hoy; por lo que la gente se percibe inferiorizada o disminuida en su dignidad, lo cual da lugar muchas veces a desconfianza u hostilidad hacia quienes son los prestadores de salud pública. Muchas veces escuché personas, desesperadas por sus padecimientos en las salas de espera, reclamar que no podían obtener mejor atención por ser pobres; era un sentimiento profundamente arraigado, que podía percibirse en distintas instancias.

    Sin duda quisiera reflexionar sobre tantas otras aristas de nuestros procesos históricos, pero finalizaré con la mirada puesta en el presente, para construir un mejor futuro.
    Luego de leer este libro, afirmo fuertemente la convicción de la importancia de lograr un sistema de salud, y ojalá una sociedad, basada en la equidad y participación ciudadana, para lograr primero, terminar con un sistema estructuralmente perverso, que percibe a propiedad privada y las libertades y garantías individuales como más importantes que la vida misma de los conciudadanos, y hoy en Chile, tenemos la oportunidad nuevamente de cambiar la historia!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola mili. Sobre lo del profundo y fundado orgullo te encuentro toda la razón! lo que más me impresionaba era la cantidad de años y décadas aguantando y re surgiendo. Se han aprovechado de esa fortaleza y resiliencia. Con razón desde fuera llama la atención cómo enfrentamos terremotos y tsunamis; nos han entrenado durante años.

      Eliminar
    2. Camila:
      Excelente lectura del texto !!
      Muchas gracias

      Eliminar
  13. Me parece interesante conocer desde otras aristas la Historia Social de la Salud Pública en Chile, como se fue desarrollando desde su origen, la magnitud y lo significativo del contexto social en el que se han dado los principales hitos que impulsan los cambios en materia de salud pública. El rol de la solidaridad popular organizada y la ciencia por otro lado en el desarrollo del problema histórico de la salud pública. Se puede ver como desde el inicio de nuestra historia la enfermedad era inseparable de la condición social y lo sigue siendo en la actualidad sobre todo por el acceso a la salud. La creación de la sociedad de socorros mutuos, organización levantada desde el pueblo para responder ante necesidades tan básicas, desvalidos de protección social. “La salud como política aparecía como una forma de intromisión del Estado en el individuo- patrón, en su propiedad y sus relaciones de trabajo”. A lo largo de todos estos años podemos seguir viendo las disputas entre los intereses entre “lo privado y lo público, los intereses de las garantías estatales versus el interés colectivo.
    Es preocupante ver como los trabajos y establecimientos actuales se desarrollan en un ámbito principalmente asistencialista, donde en la mayoría de las áreas no se cuida a los trabajadores ni física ni mentalmente. Tuve el privilegio de trabajar en un lugar donde se cuidaba al personal, en el que se trabaja codo a codo con la comunidad, que sin embargo, muchas veces nos vimos enfrentados a la crítica de algunos políticos por no tener suficientes horas de “poli”, por hacer trabajos en terreno, etc; pero que gracias al liderazgo de nuestra directora y el apoyo de la comunidad, nos impulsaba a seguir haciendo las cosas así y mejorarlas.
    Pienso que todavía falta impregnar aún más de ética social los programas de formación universitaria, no solo la medicina.
    La salud es un problema social… no se puede hablar de salud, de medicina, sin hablar de lo social, económico, factores determinantes que intervienen en el desarrollo y progreso de la sociedad.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Soraya .
      ¿Ese insuficiente refuerzo de la ética social los programas de formación universitaria, no solo la medicina, será posible en el marco del modelo actual?

      Eliminar
  14. La historia de chile y la de muchos países sean enmarcado en la lucha de los pueblos en el correr de los años, en este libro donde evidencio la realidad histórica de un pueblo que tuvo que pasar por múltiples procesos para poder lograr lo que hoy en día se ha ganado en cuanto a políticas sociales como en salud, no es menor que las batallas jamás ha sido fáciles y que de las batallas siempre han salidos víctimas, estas víctimas o mártires han luchado por igualdad y justicia de las que hoy por hoy podemos gozar en algunos aspectos.
    Enmarcar esta gran batalla que se tuvo que liderar para poder conocer que era salud y que eran los beneficios que esta traía a un pueblo sometido en esos años en la pobreza y la desigualdad, no me deja ajeno al saber que el ideal de construcción de estado y nación moderna de aquellos tiempos se basaba en un pacto político y social fundamentado en los conceptos de derecho equidad e integración , pero como bien cuenta la historia en aquellos años era todo lo contrario se tenia un pueblo viviendo en pocilgas en las condiciones más paupérrimas posibles, tildados a ser solo materia prima , estos mismos que desde esos tiempos bien llamados “ los obreros” sostenían económicamente el país pero que gozaban arbitrariamente de lo más insolubles y nefastas condiciones de una sociedad que los veía como patio trasero, envueltos en múltiples enfermedades y teniendo el rol de escorias para un país al cual le trabajaban para evolucionar.
    Un factor como la caridad aparece en su momento para poder subsanar en algo este dolor y marginación de las personas pero que a su vez tenía como objeto el acto de dar sin que el que recibe tenga derecho a exigir mejores condiciones, evidenciando una vez mas que él pueblo no importaba y a la hora que importaba es por que la mano de obra se veía mermada siendo esto un proceso largo y doloroso.
    En esta época las condiciones de vivienda no se pensaban y mucho menos hablar de la salud, la mortalidad seguía creciendo, haciéndole competencia a la natalidad, múltiples enfermedades golpeaban al pueblo sin que se diera un vistazo de lo que pasaba y con la mentalidad u objeto de solo mantener la producción de las industrias de la época, es lamentable ver como una sociedad enmarcada en el desarrollo hace sufrir tanto a los suyos para poder evolucionar.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Después de tanta marginación y de analizar en su momento como un pueblo pudo estar tantos años sometidos y no alzar la voz se ve las primeras miradas para liderar un proceso de igualdad si es que se pudiera llamar así ya que lo que cuenta la historia sería un proceso para no morir y para tener las condiciones mínimas para subsistir.
      Con estas ultimas miradas de las condiciones básicas que se querían lograr es que aparecen las sociedades de socorro mutuo, siendo la máxima expresión de un pueblo que decide enfrentar por si mismo la enfermedad y el desamparo de la burguesía que no tenía en el tintero modificar estas situaciones a largo plazo. estos mismos obreros que sostenían un país que quería evolucionar a lo largo de los años se dieron cuenta que eran parte fundamental de dicho desarrollo, trataron de resguardarse en su momento en las sociedad de socorro mutuo tratando por muchas maneras de alzar la voz para lograr así tener algún beneficio de una sociedad que los relegaba como escorias o como no personas dignas de tener una vivienda, salud o derechos propios de cada ser humano.
      Desde este punto y ya dándole una mirada a la central obrera, se trató de hacer varios ajustes en la época como lo fueron realizar espacio de ahorro y buscando beneficios mínimos para subsistir, la salud de la época se encontraba en su peor esplendor , con hospitales insalubres personas enfermas

      Eliminar
    2. muriendo en cada esquina y con la peor tortura que era la mirada de una sociedad que dejaba morir a su pueblo en manos de enfermedades y del desconsuelo de sus habitantes, entre más avanzaban los años y la lucha del pueblo caían mas desgracias la llegada como ejemplo de la viruela en 1872 acabo con un centenar de chilenos bajo la mirada sin piedad de muchos burgueses pero que a su vez se replanteaban los deseos de no portar dichas enfermedades , sigue avanzando la sociedad y con ella un poco mas de libertad y beneficios , se instalaban cuartos en pésimas condiciones sanitarias dando respuesta a un problema de vivienda, con esto mismo llega el alcohol , gran beneficio como droga para olvidar el horror de cómo se vive y poder ahogar las penas , pero con esto también llega la vida más libertina trayendo consigo un gran abrazo de nuevas enfermedades silenciosas que estigmatizaban a la población y que mataban lentamente en la época como lo fue la sífilis y demás enfermedades venéreas que a su vez hacían estragos en chile.
      La historia sigue y con ello el propio desarrollo personal y la lucha incansable de un pueblo que sentían que no eran escuchado ni tomado en cuenta, muchos murieron, muchos batallaron y siguen batallando por igualdad de condiciones o por conceptos propios de necesidades propias, que si se miran en un mar colectivo seguimos hasta hoy queriendo una sociedad mas inclusiva con mas voz , con una salud que sea equitativa y un bienestar común, no es menor que en esa época se luchara por ser escuchados como lo seguimos haciendo hoy , no es menor que sigamos marchando para buscando más igualdad en lo básico de la vida (vivienda, salud, desarrollo educación) situaciones que aun como sociedad están carentes, pero sin negar que avance se ha tenido, decir también que este libro es inspirador para poder evidenciar todo lo que ha tenido que pasar para estar donde estamos y como estamos , nadie dice que es fácil o que fue fácil , solo puedo decir que siempre se puede lograr mucho mas así que mi idea es seguir aportando de donde este para construir una sociedad mejor, aportando desde lo comunitario un impulso hacia esta mirada social que es la que más cuesta internalizar.

      Eliminar
  15. De este libro me parece super interesante el poder leerlo en este contexto de postgrado y en este ámbito social que estamos viviendo en nuestro país, es un texto que nos lleva a recorrer los diversos momentos históricos de nuestro país, crudo y real relato en un inicio de como vivía el chile más vulnerable, y como a lo largo de la historia fue tomando más participación el área médica en los cambios profundos políticos y sociales, destaco la participación en la historia de aquellos médicos que visualizaron y generaron cambios profundos por el bien de la sociedad, que en periodo de crisis tras el fracaso del capitalismo, surgen con un cambio de enfoque y nuevos planteamientos frente a la comunidad a mediado de los años 30, los describe como “médicos jóvenes, conscientes de su irrenunciable función social, se mostraron abiertos, sensibles, capaces de asumir un rol activo y transformador en la vida y dolor del pueblo”, me parece importante el recordar hoy, nuestro rol social y políticos, velando por la protección de la salud, incluyendo los determinantes sociales.
    Quiero reflexionar también acerca de como el capitalismo fue dejando estragos en la sociedad sobre todo en la clase obrera, que eran considerados casi como esclavos, y los cambios importantes que vienen luego a defender los derechos de los trabajadores y personas más vulnerables, que en esta crisis del capitalismo, también ocurre ante una crisis sanitaria importante que lleva a replantearse, por algunos sectores, los cambios profundos que surgen luego. Me parece increíble sentir que estamos actualmente en una crisis tan similar a aquella de los años 30, frente al capitalismo, crisis sanitaria, sociedad ahora mucho más empoderada, comportamiento de forma tan cíclica. Me da esperanza que se generen cambios importantes.
    También, me hace sentido los cambios políticos, sociales y de salud, impulsados en la 2da transformación del estado, en estado de seguridad social, lo visionario en plantear la importancia de la protección de la niñez, con el consejo de defensa del niño y de la madre, el hacer cambios a corto plazo, que hoy me parecen tan básicos como dar leche en los colegios o en otros centros para revertir problemas de salud, el poder contar con enfermeras o asistentes sociales que puedan realizar visitas domiciliarias, servicios de salubridad fusionados y los preventivos, el cuestionarse las viviendas con hacinamiento importantes, el plantear la conciencia social, los planteamientos en términos de previsión, siento que estos primeros cambios y cuestionamientos, fueron tan importantes, y se vio reflejado en como fue disminuyendo las tasas de morbimortalidad de la población más vulnerable. A pesar de las crisis que continuaron, y las tragedias que se suscitaron, son hoy, las bases de la seguridad social, y frente a otra crisis sanitaria, nos hacen más sentido.

    ResponderEliminar
  16. En base al texto leído puedo decir que me pareció interesante conocer la historia de mi país desde la perspectiva de la historia de la salud pública y su relación estrecha con todos los cambios sociopolíticos y economías que ocurrieron en las diversas épocas.
    Un pueblo sin memoria no tiene futuro , y es en base a la historia de nuestra sociedad que podemos aprender de nuestros errores o al revés enfatizar lo que en ese momento resulto innovador y positivo.
    Nuestra salud chilena partió de la base de las caridad de los estratos sociales influyentes y de tal manera el pueblo se vio reprimido y sin derechos desde sus inicios, explotado y tratando de sobrevivir al día a día. La diferencia social desde un comienzo fue estremecedora y el estado se mantenía desligado de lo que era el sufrimiento de la clase trabajadora.
    Paradójicamente aparecen las epidemias (viruela, tifus, sífilis , malaria y cólera) , que dejan ver por fin las dificultades del pueblo chileno. Son las epidemias las que nos muestran lo frágil que es nuestro sistema gobernamental, nuestros errores en las políticas de salubrilidad y por sobre todo la diferencias de las clases económicas, que nos obligan a tomar decisiones y a establecer cambios.
    Es gracias a estas epidemias que el gobierno empieza a tomar conciencia de la situación de la población ,a preocuparse de nuestras tasas de mortalidad infantil y materna, pero sobre todo lo más relevante de estas epidemias fue la lucha constante de los médicos para establecer la salud del pueblo como una prioridad , Podemos ver como Balmaceda es fundamental en este aspecto , permitiendo que especialistas de la salud empiezan a tomar más participación en las decisiones institucionales y públicas como fue la intalacion de una comisión de higiene que posteriormente fue la base para la formación del instituto de higiene.
    La lucha de los médicos para situarse en posiciones que le permitan tomar decisiones y participación en las políticas públicas de salud, fue constante en todos los periodos de nuestra historia, desde luchando por la salud del pueblo para convertirla en un derecho, luchar por mejorar las estructuras tanto hospitalarias como además académicas, y formado lo que es actualmente nuestra salud pública.
    “El cuerpo médico reclamaba su participación en la dirección de los hospitales, como su lugar más propio para la ejercitación de la política y práctica profesional de la salud”
    “Era un imperativo la administración técnica de los hospitales en manos de sus profesionales idóneos; los médicos. Era "necesario buscar una fórmula legal que pusiese de acuerdo a los principios de la ciencia, los conocimientos técnicos y la práctica en materia de beneficencia pública, de tal manera que los administradores no sean sólo caballeros distinguidos, sino verdaderos técnicos"
    En base a la historia podemos hacer una crítica de nuestra sociedad actual ,pues tanto le costó a nuestros colegas del pasado obtener y crearse un lugar en la participación política y gubernamental, en obtener cargos importantes en direcciones institucionales y públicas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. CONTINUACION...
      MI CRITICA :
      Mi critica es la siguiente; Recuerdo escuchar a varios médicos de mayor edad decir: “los médicos hemos dejado que otros profesionales tomen nuestras obligaciones, hemos cedido nuestros lugares” , y leyendo este texto puedo entenderlo pues como médicos tenemos la obligaciones de ser lideres, de encabezar proyectos y de opinar de políticas públicas.
      Actualmente podemos ver como ingenieros comerciales, industriales , etc, toman el liderazgo de cargos públicos importantes de salud como son las seremis, ministerios de salud, direcciones de hospitales, y se puede pensar que esas profesiones cuentan con mayor capacidad para mantener nuestros números estables , para controlar los recursos y las deudas millonarias de los hospitales y de los sistemas de salud, se busca reducir nuestros gastos reduciendo más aun nuestros escasos recursos , la salud en chile se ha convertido en una empresa , se espera que no tengamos deudas y que generemos ganancias, se ha dejado de lado optimizar la salud y el bienestar de nuestros pacientes lo hemos convertidos en números.
      ¿Pero se nos puede culpar a los médicos de esto? Durante nuestra formación de pregrado poco nos enseñan de Salud Pública, la mayoría de nuestros cursos se basan en aprender la anatomía, la fisiología y la psicopatología, diagnosticar y memorizar tratamientos….. , y se ha dejado de lado la enseñanza de salud pública, pocas universidad la tiene como asignatura ,y las que la tienen su duración es un semestre y es el ramo en que no enfatizar pues no se nos ha enseñado a tomarle importancia a este tema, y es cuando llegamos a la práctica, cuando nos convertimos en médicos y empezamos a trabajar en consultorios y cesfam que nos damos cuenta de su importancia, pero ya es tarde la poca preparación hace que nos abrumemos por la carga de nuestra obligaciones , que las dejemos de lado porque no estábamos lo suficientemente preparados y porque sentimos que el sistema nos ganó la batalla , algunos pocos médicos entusiastas, perseverantes e idealistas harán diplomados de salud pública para perfeccionarse , buscaran nuevas herramientas para enfrontar estos problemas y continuaran la lucha que otros dejaron de lado.

      Eliminar
  17. Debo reconocer que al inicio de la lectura me costó comprender cómo pudiera aplicar tantos elementos históricos en mi práctica médica y como futura psiquiatra. Pero ahora creo que tiene mucho que ver con que es imperativo conocer cómo es que llegamos hasta aquí y cómo es que podremos seguir avanzando mejor si conocemos las experiencias del pasado. Además la historia de un pueblo influye en la construcción de su identidad, idiosincrasia en la que estamos insertos y trabajamos día a día. Nos permite conocer su cultura y desde ahí comprenderla.
    Es curioso que la empatía del ser humano se encuentra presente ante la adversidad, reflejado en su momento cuando nacieron las sociedades de socorros mutuos organizándose y ayudándose entre los mismos desfavorecidos y ahora extrapolado a esta pandemia se puede apreciar en muchos ejemplos como las ollas comunes.
    También llama la atención cómo la historia aparentemente es circular. Ejemplos hay muchos como cuando la viruela que atacó el país en 1876 provocando la muerte de más del 40% de los enfermos, con su crisis de capacidad hizo necesaria acometer una reforma del sistema asistencial, se parece a lo que estamos viviendo actualmente con el Sars Cov 2. El desconocimiento de la clase política de 1906 acerca de la realidad de su pueblo con la peste bubónica y el cólera, ahora sigue sucediendo con la pandemia Covid 19. Cómo ya a principios del siglo 20 se veía lo mismo de ahora, proyectos de ley atrapados años tras años en el congreso y un Parlamento reactivo. Cuando en 1938 se habilitaban los espejos de agua para que los niños menores de 12 años se pudieran bañar, recuerda cómo no hace muchos años el ex alcalde de Santiago Joaquín Lavín habilitaba las piletas de Santiago con el mismo fin. Cómo las condiciones de miseria en las que vivían los proletarios no se diferencian tanto de las condiciones en las que viven hoy en día los migrantes, también hacinados, también ignorados.
    No deja de ser doloroso y para no olvidar el hecho de haber considerado al pobre y al proletario un “subhombre”. Su vulneración de derechos, vistos como un objeto capaces de ser usados para el trabajo y luego descartados o inclusive tomados por la fuerza para “despiojarse” desnudándolo, bañándolo, desinfectándolo y vistiéndolo sin consultar pasando a llevar su subjetividad. El hospital visto como un lugar donde se intentaba “reparar la escoria humana”, a la sociedad enferma y el enfermo crónico irrecuperable desechado (como el portador de TBC).
    Un pueblo chileno que ha sufrido tanto, que pelea y que es resiliente, por fin merece ser escuchado y participar empoderadamente en sus determinantes sobretodo los de salud.
    Por eso como médicos solo queda recobrar el rumbo que en algún momento perdimos y reivindicar la democratización de la salud y medicina social. Porque la salud es de todos para y con todos, no es solo física, sino que es preventiva, curativa y comunitaria.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si bien, el inicio de la lectura lo acogí sencillamente como una narrativa histórica, sintiéndome con un poco de desventaja mientras avanzaba en el recuento ya que muchos nombres me eran ajenos y tantos otros los reconocía por el nombre de alguna institución o calle del país, pero de a poco empezaba a entender, los hechos tomaban coherencia y con esfuerzo el derecho a una salud digna y acceso a servicios básicos que fuesen asegurados por un estado que fungiese como garante, reconociera y respetara los derechos de la población se iba desdibujando. Ni me acercaba a imaginar cómo se suscitaron los hechos que modelaron el sistema de salud que conozco hoy en día pero no deja de asombrarme que esta lucha centenaria de la clase obrera y del ciudadano de a pie sigue vigente en cierta medida hasta el día de hoy, e igual de sorprendente la velocidad con la que se ha modificado y desarrollado el servicio de atención pública en salud.
      Siguen latentes pugnas por vencer las políticas que mantienen un modelo que privilegia a la aristocracia y perjudica a los más vulnerables, con enfermedades que siguen prevalentes en estratos económicos bajos remarcando la relevancia de los determinantes sociales de la salud, y pese a que hoy no es el cólera, tifus, viruela y sífilis, lo son el consumo de drogas, la violencia intrafamiliar, los suicidios y la inequidad en el acceso y tratamiento a procesos de enfermedad que son comunes en todos los niveles económicos (cáncer, hipertensión arterial, diabetes mellitus). Y no se trata sólo de entender como fueron evolucionando las prevalencias de determinadas enfermedades a lo largo de la historia, si no las batallas individuales, políticas y sociales que fueron acercando al pueblo chileno al modelo de salud que merecen. La salud toma protagonismo dentro de la escena política, y lo que es muy significativo para mí la transformación que van teniendo los dispositivos de prestación de servicios de salud, y como la autora va iluminando las escenas con extractos de descripciones originales de esos años, y como de un modelo de instituciones benéficas impulsada por la caridad, ejercicio de la profesión poco científica, se va pasando a un principio de solidaridad, donde no sólo se facilita a los más desprotegidos lo sobrante de las clases privilegiadas, sino donde se pone al acceso del carente el mejor servicio que la ciencia médica es capaz de otorgar. Y además de la lucha de la clase obrera, de su organización y creación de sindicatos, esta el esfuerzo de médicos con alto sentido de pertenencia a la comunidad, con una sensibilidad extraordinaria y especial, como el Dr. Luis Calvo Mackenna, Ismael Valdés, que propiciaron grandes trabajos revolucionarios para la época, en particular al orientar el sentido de protección preventiva madre – niño en el mismo seno del hábitat de las clases populares.
      El problema de salud pública, en tanto doctrina de seguridad y en tanto políticas de bienestar social, se constituyó en el concepto a partir del cual se construyó la vía del estado de asistencia encarnado en la fundación del Ministerio de Higiene, Asistencia, Previsión social y trabajo. Se van sumando avances, se decretan leyes importantes como la de sala cuna, el desarrollo de los planes de salud, la separación de los ministerios, mayor participación de los médicos en ámbitos políticos, la lucha constante contra el capitalismo y defensa por la equidad en accesos y calidad de servicio, lucha que sorprendentemente se sigue librando hasta el momento.

      Eliminar
  18. En el libro de la Dra Illanes vemos como la historia de la salud pública en Chile ha sido construida sobre cambios graduales donde se traslapan ideales políticos, creencias e ideologías de otra índole que van abriendo paso dentro de la hegemonía política de la época. Illanes hace un recorrido por la historia, historia llena de dificultades desde donde observamos la gran precariedad y la vulneración grave de los derechos humanos que tuvo que suceder para ver los cambios que estamos experimentando en la actualidad y que aún requieren muchas transformaciones en la búsqueda del bienestar de la comunidad.
    En un principio, las ciudades se caracterizaban por ser lugares sucios y hacinados, con escasa cobertura de servicios básicos, la falta de higiene, sumado a la pobreza, tenían un elevado costo en la salud de la población. Las causas de mortalidad infantil iban ligadas a estas condiciones precarias y también los adultos fallecían por enfermedades infecto contagiosas, el tifus y la TBC cobraban vidas constantemente. No solo los virus y bacterias cobraban vidas sino también los desastres naturales que han afectado a este país en múltiples ocasiones dejando en evidencia las fallas de los gobiernos para hacer frente a estas situaciones.
    “Hambre, cesantía, prostitución, hacinamiento, insalubridad, explotación,
    abandono, criminalidad, eran los signos de una sociedad agudamente desintegrada.
    La mortalidad infantil, la más alta del mundo, constituía el símbolo de un territorio
    social donde el hijo del proletario no tenía legitimidad histórica. Las pestes -viruela,
    cólera, alfombrilla- las enfermedades infecciosas -tuberculosis, tifoidea, sífilis perseguían implacablemente”.
    Este panorama, siguió observándose por varias décadas y muchos representantes trabajaron para evitar su progresión.
    La labor de Cruz Coke y Allende es clave en el desarrollo de la prevención y de los bienes públicos de salud. A ello también contribuye la fundación de la Escuela de Salubridad en la Universidad de Chile (1943). La labor que más llamo mi atención es la que hacen grupos de médicos jóvenes quienes se movilizan y se diferencian de médicos “mayores” con el fin de lograr transformaciones que vemos hasta la fecha.
    Es bueno ver que en la actualidad en algunos sectores esto ha cambiado y muchos estudiantes en proceso de formación, en compañía de médicos recién egresados y otros con mucha más experiencia, comparten ideales y luchan por el bienestar común, si bien es cierto la historia de chile como la de muchos otros países ha estado enmarcada por tristes sucesos, en este momento estamos viendo también gratificantes momentos donde se unen saberes para ofrecer a la comunidad mejores servicios de salud, se ha pasado del concepto de paciente al concepto de usuario para dar a los individuos un rol activo en este proceso, considerando sus preferencias personales y el impacto que generan determinadas situaciones en su comunidad. Tomando esto como base, destaco la premisa “el consultorio era capaz de producir un acercamiento, más real entre pueblo y sistema” y para que esto siga avanzando necesitamos que se trabaje en “la formación de un profesional no especializado, capaz de ejercer una medicina con sentido educativo y actitud social…” quien desde su labor en la comunidad pueda intervenir en múltiples niveles, con el apoyo de un equipo multidisciplinario a quienes se les dé la misma importancia y sean en conjunto capaces de generar cambios que impacten en la sociedad.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Dorys super bueno tu comentario! tenía curiosidad el cómo iba a ser para ustedes colegas extranjeros la lectura porque son cosas tal vez muy lejanas para ustedes por ser algo tan "local". Que bueno podamos aprender de este pasado en conjunto y ser de los "médicos jóvenes"!.

      Eliminar
  19. Como comentario general del texto debo decir que me pareció muy interesante, en el que destaco, como elogio a la autora, la profundidad y especificidad de la información expuesta y cómo esta se expresa a través del texto de manera muy fluida.
    Me resultó complejo integrar toda la extensa información, creo que hay múltiples puntos sobre los que sería interesante detenerse. A pesar de esta dificultad, me quedo con la idea general de que el sistema de salud público se origina como consecuencia de múltiples factores, siendo común el factor socioeconómico y sus dificultades asociadas. Cambian las enfermedades y las infecciones, sin embargo, las diferencias sociales parecen persistir hasta el día de hoy. La incapacidad de las instituciones de dar abasto en la atención de las dolencias del pueblo, consecuencia de los sistemas de producción encargados de generar riquezas solo a unos pocos, parece ser un elemento central en la evolución de los sistemas de salud.
    Desde lo general a lo particular, me parece importante destacar el rol del Estado como motivo frecuente de conflicto social. Si bien conocemos que los problemas de orden social tienen múltiples factores causales, es importante destacar la mediación que debería llevar a cabo el Estado. Sin embargo, este rol de mediador o neutralizador ha sido ausente en múltiples oportunidades en la historia chilena, permitiendo el abuso crónico contra una parte de la sociedad. Así es como, tanto en los años 20 como en la actualidad, es posible observar cómo los sistemas de producción, cada vez más eficientes en la ganancia de recursos, enriquecen solo a una pequeña parte de la sociedad, la que además facilita el empobrecimiento, en todos los sentidos, de la otra gran parte de la población, con la impresión de que el Estado es un mero observador. En relación a esto, me parece muy atingente la siguiente frase: “ la peste no era ahora sólo un asunto sanitario: era un síntoma socio – político”, ya que, al igual que la Pandemia de COVID en la actualidad, las infecciones del antiguo Chile desnudaban las condiciones inhumanas en las que vivían los chilenos y, aunque la pobreza no sea la misma de antes, las ollas comunes, el hacinamiento, la pobreza y la miseria ha sido visibilizado por el Coronavirus, como lo hicieran también el tifus, la fiebre tifoidea, etc.
    Otro de los puntos que me parece interesante realzar es cómo la figura del niño y la madre y posteriormente de la familia aparecen como un agente clave en la mantención del orden socio y bio –político, considerándolos como estrategias por distintas instituciones de poder (cuerpo médico y fuerza militar) para la mantención del pueblo y, por extensión, de la fuerza de trabajo y cómo se elaborarán estrategias destinadas particularmente a la díada madre – hijo, con el objetivo de asegurar esta fuerza laboral.
    A partir de lo anterior, me parece muy significativo destacar el rol evolutivo de la mujer en el proceso de creación de un Sistema de Salud Público a partir de una perspectiva social. Aparece inicialmente como un ente, sin posibilidad alguna de elección, como una estrategia para la mantención y mejoramiento del pueblo y su capital laboral en la medida en que era de ella quien dependía el cuidado de la fuerza laboral futura. Transita cargando las consecuencias de la miseria, sobre la que lentamente se van presentando situaciones que intentarán amortiguar sus condiciones de vida y su padecer. Evoluciona en este transitar, llegando a considerarla sujeto, con voluntad e intereses propios, capaz de decidir sobre su propio cuerpo y su propio futuro, como consecuencia de la integración de la anticoncepción como plan de vida.
    Como conclusión me parece que el texto aporta un marco teórico de inmensa grandeza que permite entender múltiples procesos, pero particularmente destaca la importancia de los condicionantes sociales como entes causales en el progreso médico, social y político.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Javiera:
      Excelente comentario.
      Buena perspectiva de género.
      Muchas gracias !!

      Eliminar
  20. En el nombre del pueblo, del estado y de la ciencia:
    La lectura de este libro me parece un ejercicio muy interesante en este contexto social, en el cual, se busca realizar diferentes cambios en relación a “la sociedad que queremos ser”. Esto lo menciono porque el libro muestra la evolución de diferentes demandas sociales y la resistencia que muestra diferentes estructuras al cambio con una lucha de poderes permanente.
    Me llama la atención que algunas de las peticiones actuales, son las mismas hace más de 50 años: un aumento de recursos en la salud pública, un sistema que tenga menor segregación social, un mejor acceso a salud junto a mejor calidad de las prestaciones. Por otro lado, me parece interesante además como algunos políticos y principalmente “técnicos con un enfoque social” logran generar soluciones creativas a problemas serios. Por ejemplo: el proyecto para disminución de aborto y embarazos en la población San Gregorio, con resultados positivos en poco tiempo o el proyecto del Dr. Salvador Allende para combatir la desnutrición infantil – y otros problemas asociados- con entrega de leche.
    Además quería destacar lo entretenido que resulta leer el libro, está contando de una manera muy amigable, sin tanto dato específico - que permitiría un análisis más completo de diversas situaciones- y creo que esto tiene relación con el enfoque del historiador, al enfocarse en una perspectiva social, más cercana a los procesos que uno conoce “más de cerca” se vuelve muy amigable. Sin embargo, me hubiese gustado bastante un análisis un tanto más profundo en relación a los factores económicos que condicionaban la “constante crisis” económica en Chile, salvo durante algunos periodos específicos.
    El texto deja en claro que se deben utilizar soluciones creativas a problemas complejos, en medida de lo posible utilizar una medicina preventiva que intervenga en factores determinantes de salud, en conjunto a una fuerte organización en diferentes subsistemas dentro del sistema de salud, un contacto cercano a la población para entender sus demandas y actuar en base a eso. Además, indirectamente, muestra que la prosperidad económica es una piedra fundamental para el funcionamiento del sistema sanitario, sin recursos los sistemas colapsan rápidamente.
    Y bueno, muchas veces creo que la manera más rápida en que los servicios públicos podrían mejorar en calidad y otros puntos sería obligando a que los miembros del gobierno de turno deban utilizar los sistemas públicos. Junto a mantener sueldos que no puedan estar por sobre cierta cantidad del sueldo promedio o del sueldo mínimo.
    Ya ha quedado más o menos claro, que en diferentes momentos de la historia los intereses de las clases gobernantes, y la falta de contacto con el corazón de las personas, causan crisis y destrucción por la frustración del ciudadano.
    Finalmente, comentar que al terminar el libro me parece que queda mucho por pensar y más por hacer, para lograr un sistema más justo con una visión amplia y dinamica en relación a las necesidades de la población.

    ResponderEliminar

  21. La reflexión que me generó la lectura de la obra de la profesora Illanes, tiende más bien al desconcierto, a cuestionar ¿Cómo es posible que la historia vuelva a repetirse con las diferencias según contexto histórico, pero que en lo medular apuntan siempre a las mismas demandas, a la lucha por los mismos temas que aún no han logrado una sana y satisfactoria solución para la población? Claramente se agradece la lectura de este libro, porque sin lugar a duda, el desconocer la historia conlleva a cometer las mismas equivocaciones de nuestros antepasados y en el momento histórico actual, es crucial estar informados para ser un buen factor de cambio.

    La lectura trata el historial social de la salud pública chilena, expone esta “lucha” constante de la clase más vulnerable y desprotegida por derechos y oportunidades dignas. Debido a la configuración social del ayer y hoy, esta demanda siempre ha sido una “lucha”, expone como el capitalismo ha polarizado más a la población y cómo desde estos polos se han creado necesidades diametralmente opuestas.

    Destaca que, en un momento, la salud de trabajadores y población más vulnerable quedó a cargo de la beneficencia y caridad, hoy en día este hecho se repite, lo que no es de extrañarse dado que a grosso modo y viciosamente se ha repetido la historia en cuanto a salud social se refiere. Si bien se han implementado cambios que han intentado disminuir la brecha en salud, acto que repito, siempre ha sido una lucha, incluso con costo en vidas humanas; estos cambios aún distan mucho de ser sustanciales y necesarios para responder a todas las necesidades de la población.

    Siento la secreta esperanza de que seremos capaces de cumplir con la población, esta vez sí. Dudo que se puedan implementar modificaciones tan rotundas súbitamente, sin embargo, creo que los hechos históricos que hemos vivido nos han ayudado a todos a detenernos y reflexionar sobre lo que somos en el plano personal como colectivo y cómo queremos ser.

    ResponderEliminar
  22. Este libro nos muestra como Chile ha funcionado como una oligarquía desde siempre. Donde las familias de clase alta son las que manejan el país, viviendo en condiciones de lujo en comparación con la gran mayoría del país. La gente con plata en el Chile no vive realmente lo que es la experiencia de vivir en un país tercermundista; ellos tienen educación, salud, vivienda, servicios básicos que no tienen mucho que envidiarle a países europeos. Esa situación no ha cambiado, los palacetes con salones Luis XV y muebles de Maple solo fueron cambiados por Penthouses y autos deportivos. La brecha social es Chile sigue siendo perturbadora. Aún hoy en día derechos básicos como la salud, educación y vivienda siguen siendo un lujo para unos pocos.

    El estado Chileno aún no se hace cargo de los derechos sociales básicos. En vez de ello, se sustenta en que los mismos ciudadanos nos hagamos responsables de estas falencias en el sistema, desde la Sociedad de Socorros Mutuos a mediados del siglo XIX hasta las Teletones de hoy en día. Y no bastando con no hacerse cargo de este tema, muchas veces esta misma oligarquía que controla el Estado tiende a bloquear las iniciativas que buscan mejores condiciones para todos, argumentando una "defensa de las libertades y garantías individuales". Es fácil hablar de defender las libertades individuales cuando gozas de privilegios y realmente tienes la libertad de hacer lo que quieras con ellos; la gran mayoría de las personas no cuentan con esta libertad. Este argumento es el mismo que ocupa actualmente Chile Vamos cuando se intenta hacer cambios al sistema de AFP, ISAPRE, educación etc. Hay evidentemente un interés económico detrás de este argumento, se sabe que esta misma oligarquía es la que tiene inversiones en estas instituciones. Pero además de ello, hay una profunda desconexión con la realidad del país, con el amplio porcentaje de la población que vive con el sueldo mínimo. Vimos hace poco como el ministro de salud, Jaime Mañalich, admitía no tener consciencia de la magnitud de pobreza y hacinamiento que existía en la región metropolitana, en contexto de la pandemia por COVID. Estas declaraciones solo ponen en manifiesto que esta gente, esta oligarquía, vive en otro Chile. El Chile que realmente tiene libertades y garantías.

    Ante estas situaciones de inequidad, muchas veces el pueblo tuvo que responder a través de la violencia, tal como hoy en día se alzan manifestaciones en Chile. Hoy sin tantas muertes como antes, pero con múltiples mutilaciones, torturas, y otras violaciones a los derechos humanos. Esta oligarquía prefiere pasar por encima de muchas vidas antes de cambiar el sistema. Están dispuestos a usar las fuerzas del orden contra su propio pueblo para mantener el status quo. Como también estuvieron dispuestos a arriesgar la vida de millones al tomar medidas débiles para disminuir el contagio en la pandemia.

    En mi desempeño como médico general de zona, pude ver qué tan abandonado está el sistema de salud pública. En pueblos donde a veces no tenían paracetamol en la farmacia del cesfam, ya que este tenía deudas millonarias con múltiples farmacéuticas. El centralismo en Chile actúa como un determinante social. Las comunas se tienen que hacer cargo de la educación y salud de sus habitantes, con recursos que distan mucho entre ellas. Comunas ricas como Vitacura o Las Condes cuentan con servicios incomparables con los que una comuna pobre como Curarrehue puede tener. Gente de escasos recursos que dependen de la gestión de comunas endeudadas y carenciadas. Naces en una comuna pobre, recibes educación precaria y te atiendes en un sistema de salud deficiente.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gustavo, muy buen comentario. Vinculando la lectura con tu experiencia y la situación actual.

      Eliminar
    2. Sin embargo como destacó Valeria: "Las Sociedades de Socorros Mutuos significaron históricamente una revolución cualitativa en el seno de la Sociedad popular chilena: a) por el hecho de expresar un acto conciente de autonomía social organizada, b) por haberse generado desde allí la primera construcción de una identidad popular capaz de reconocerse y autolegitimarse, c) por haber podido desplegar, desde esas sociedades, una importante capacidad organizativa para hacer funcionar la práctica social del ahorro, la prestación de salud y la protección familiar y social de sus asociados, ejerciendo democráticamente un concepto de medicina social…”.
      No hay parangón con las Teletones, que son parte de un sistema "caritativo-mercantilista"

      Eliminar
  23. De parte de VALERIA DEGIACOMI_
    Ante todo me gustó mucho el libro ya que no se demasiado de la historia de éste pais y al leer el libro me hace dar cuenta de muchas situaciones que actualmente ocurren y que claramente están relacionadas con la historia. Tal cual lo mencionaba una compañera en uno de sus comentarios, creo que el hecho de conocer la historia de un pais es muy importante para que no se vuelvan a cometer los mismos errores.
    “A lo largo del siglo XIX y principios del siglo XX, ambos conceptos de salud popular e institucional no llegaron a encontrarse; expresión de una sociedad desintegrada, paralela. Esta separación era una grave amenaza al orden social imperante que en definitiva no podía soportar dentro de sí el acontecimiento revolucionario que ocurría al interior de las sociedades de socorros mutuos: el de la solidaria autonomía de la miseria.
    Las pestes jugaron el papel histórico de desnudar la pobreza.”
    “Ante este espectáculo de lujo y abundancia, el pueblo de Chile moría de miseria y abandono.
    En 1885 nacieron en chile 61965 personas; ese mismo año murieron 66818. Las victimas en su mayoría fueron niños. En Chile, nacer para vivir era claramente un privilegio”
    “Embriagado recién con el olor a la sangre, envanecido con el uniforme y las victorias, fue el ROTO inmediatamente conducido en batallón a despojar al pueblo mapuche, realizando, en plena república, la conquista de la Araucania.
    Y luego, mientras la élite aristocrática y mercantil corría a apropiarse del botín que llevaría en parte en los barcos de placer rumbo a Europa, el roto chileno volvió a las pocilgas, ranchos, y conventillos a llenar el vacío de su estomago con los sabores de proezas sin nombre alcanzadas en el campo de batalla.”
    “Las Sociedades de Socorros Mutuos significaron históricamente una revolución cualitativa en el seno de la Sociedad popular chilena: a) por el hecho de expresar un acto conciente de autonomía social organizada, b) por haberse generado desde allí la primera construcción de una identidad popular capaz de reconocerse y autolegitimarse, c) por haber podido desplegar, desde esas sociedades, una importante capacidad organizativa para hacer funcionar la práctica social del ahorro, la prestación de salud y la protección familiar y social de sus asociados, ejerciendo democráticamente un concepto de medicina social…”
    “En 1903 se planteaba ante el seno del Congreso la necesidad de imponer a los 30000 obreros del salitre, el ahorro forzoso descontando de su planilla de sus salarios y destinado a una caja de ahorros sostenida por el Fisco”

    Desde ya comentar que ciertas frases citadas me parecen muy reales y muchos conceptos que las mismas enmascaran todavía continuan ocurriendo en nuestros días. El hecho de que la pobreza sea desenmascarada por las pestes en nuestros tiempos pone sobre la mesa lo ocurrido con la actual Pandemia Covid 19 donde se evidenciaron situaciones socio económicas indignantes que estaban siendo tapadas e invisibilizadas por el gobierno.
    A su vez pareciera ser que el derecho a la Salud fuera desde siempre un privilegio del que las personas con dinero solo pudiesen gozar en vez de ser un derecho Universal para todas las personas por el sólo hecho de existir.
    También se puede observar como desde aquellos años ya cierto grupo de personas se intentaba apropiarse del dinero de los trabajadores e impedía que fueran ellos quienes pudieran decidir ahorrar o no y de que forma disponer sus ahorros.
    Como vemos los tiempos han cambiado pero parecería ser que muchos de los núcleos de las problematicas sociales continúan siendo los mismos.
    En verdad, muy agradecida de esta literatura que me ha permitido conocer un poco más de la historia del país en el cual actualmente vivo.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Este es un Blog Docente.
Los Comentarios son parte del trabajo del Curso.
Se espera que cada estudiante inscrito comente cada una de las entradas. Su trabajo al respecto será parte de su calificación.
El Comentario debe incluir referencias a la bibliografía obligatoria y recomendada, a los comentarios de sus compañeros, y a material complementario que el estudiante desee aportar.

Entradas populares